Prada, una vez más, le apuesta a lo vintage. Sin embargo, la marca sorprendió, porque para la temporada de primavera/verano 2019 propone looks muy atrevidos, sensuales, elegantes y versátiles.

La casa de moda realizó su desfile en un espacio recientemente concebido de la fundación llamado Deposito, donde los invitados nos sentamos en taburetes inflados que fueron diseñados por el danés Verner Panton en la década de los sesenta. La arquitectura y diseño de interiores de este lugar fueron el escenario perfecto, para iniciar con la muestra de esta famosísima firma italiana.

El aspecto de toda la colección fue muy equilibrado, pero con los contrastes que ha mantenido Prada en juego desde hace ya varias temporadas. Este último show llamado "Premonition" fue una mezcla de elementos y patrones icónicos de los años sesenta, como los pichis, las siluetas Cocoon (grandes volúmenes) y Beauty Looks que recuerdan a Jackie Kennedy o Mia Farrow.

Las modelos caminaron por la pasarela con pantalones cortos, cuñas de punto, medias a la rodilla y diademas voluminosas. Las chaquetas con doble botonadura, las faldas circulares de teñido anudado, los vestidos Babydoll en nylon y los suéteres de cachemira con cuellos limpios de camisa blanca se ganaron el corazón de todos los asistentes. Los estampados y detalles fueron muy juveniles y divertidos, así como la paleta de colores que usó la diseñadora Miuccia.

“Quería romper las reglas del clásico. Para discutir un deseo de libertad y liberación y fantasía, y, por otro lado, el conservadurismo extremo que está por venir: la dualidad que existe” . Miuccia Prada