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Del amor imposible: qué es y qué no es
Del amor
imposible: qué es y qué no es
Por: Pepe García
Qué triste
deveras, un amor imposible, pensaría la banda. ¿Pero de verdad tiene que ser
triste? ¿Qué lo hace imposible? ¿Nos debe doler o también se puede disfrutar?
¿Puede dejar de ser imposible y volverse realidad?
Le vamos a apodar
Francisca. Es un amor imposible -al menos eso pensé-. Cuando la conocí le
quedaba poco tiempo en México, se iba a vivir a tierras muy pero muy lejanas,
donde además la esperaba su novio.
-Pepe, por eso te
enamoraste de ella, porque es imposible, me dijo Dian, una de mis hermanas.
Y yo pensé, ¿qué
significa eso? ¿Será que me gustan las cosas difíciles o imposibles? ¿Tengo
miedo al compromiso y por eso elijo batallas que de antemano están perdidas? O
como yo pienso, ¿me dejé ir como gordo en tobogán y eché toda la carne al
asador, aún sabiendo que era un amor imposible, porque supe leer las señales y
no había ni tiempo ni mañana? ¿Hasta qué punto era algo imposible y hasta cuál
no era correspondido mi sentimiento?
Esta experiencia
y estas preguntas me han llevado a reflexionar sobre lo que implica toparse con
este tipo de amor, en principio, clasificado como imposible. Quisiera comenzar
argumentando que el amor, en realidad, es un acto unilateral. Se puede amar a
alguien sin apego y sin expectativas, deseando únicamente la felicidad y
bienestar de la persona amada. Esto es una forma de amor puro, muy parecido a
lo que comúnmente entendemos como el amor de una madre. Sin embargo, este texto
no se ocupará de este tipo de amor, aunque ciertamente también se puede
desarrollar con una pareja, en mayor o menor medida. En ese caso, no existiría
el amor imposible pues su existencia dependería directamente de la capacidad de
amar de la persona que lo siente. No depende de la persona amada.
Por otra parte,
tampoco hablaremos de un amor imposible como aquel que, una vez existiendo,
espera ser correspondido de la misma manera y no sucede así. Eso podría
llamarse amor no correspondido, por nombrarlo de alguna manera. Qué triste
deveras, cuando uno quiere con alguien, se enamora, y la otra persona no te
pela o is not that into you.
El amor imposible
que aquí discutimos es aquel que sienten dos personas (o más, pero para no
complejizar el argumento, dejémoslo en dos personas), pero que no debiera
existir o no puede prosperar por condiciones que lo limitan, ya sean internas o
externas a la pareja. En otras palabras, el amor imposible que aquí se plantea
es aquel que no puede florecer en la relación deseada que sus protagonistas
quisieran tener si no existieran dichas limitantes.
El principal
problema con esta definición del amor imposible es que no sabemos hasta qué
punto las limitantes que impiden este amor son reales o lo suficientemente
fuertes, ni hasta qué punto el amor y quienes lo sienten, tienen la fuerza y la
voluntad para superar las condiciones limitantes. Es decir, ¿es verdaderamente
imposible? ¿Qué tanto es tantito? Esta discusión es complicada porque cada
persona ama de manera diferente y tiene expectativas distintas sobre la pareja.
En ese sentido, el amor es como el dolor, es subjetivo y personal, cada quien
tiene su propio umbral. Sin embargo, lo que vale la pena contemplar es la voluntad
y la fuerza que tienen los actores de un amor imposible para sortear los
obstáculos que impiden se vuelva realidad. Y sobre eso creo que la banda puede
juzgar cuando hay buenas historias de éxito. Es aquí donde nacen las historias
épicas de amor imposible, como la de Julieta y su Romeo, cuando los amantes
luchan contra todo por estar con su persona amada. A veces lo logran, otras no,
o lo logran pero se mueren congelados, como Jack en Titanic. Los amores
imposibles son como las gelatinas, a veces cuajan y a veces no.
Sin embargo, que
estos amores no puedan desarrollarse, no les quita lo intenso, lo hermoso. Es
más, a veces esta característica los hace brillar con más intensidad, los hace
más fuertes, resilientes. El hecho de que sean un tabú, a veces, es precisamente
lo que detona la chispa, el deseo, el saber que es prohibido, que no se puede,
que no se debe. Ustedes saben, no se hagan. Si no, que Ross de Friends les
recuerde: https://www.youtube.com/watch?v=zqY63-nrp0Q
Discernimiento y
fuerza para superar los obstáculos
En principio, se
me ocurren muy pocas cosas que harían imposible un amor en el sentido más
estricto del término. Pensamos que es imposible en la medida en que las cosas
están fuera de nuestro control y en términos de viabilidad de la relación
amorosa. Sin embargo, en estos tiempos, ¿qué está verdaderamente fuera de
nuestro control? Me atrevería a decir que muy pocas cosas, como cuando el ser
amado muere o tiene un problema de salud muy grave. Fuera de eso, la viabilidad
de una relación depende principalmente de las decisiones de las personas. Las
relaciones se vuelven imposibles porque sus protagonistas no están dispuestos a
pagar el precio de concretarlas. If there is a will, there is a way 😎. Sin embargo, tampoco podemos soslayar o
minimizar los motivos que tienen las personas para ponderar que concretar su
amor imposible conlleva un precio muy alto. Lo que es cierto, es que el cálculo
al final determina a qué se le da más valor en la ecuación de la paz,
equilibrio y felicidad de la persona. Unas cosas por otras, esa es la regla. En
ese sentido, lo que requieren las personas es discernimiento para priorizar
unas cosas sobre otras, acabar eligiendo de entre lo bueno, lo mejor, y la
fuerza 💪 para ejecutar.
Seguramente en
muchos tiempos, sociedades, familias, mentes, hay un sinnúmero de factores que
hacen un amor imposible; diferencia de religiones, clases sociales,
discriminación, familias, castas, edades, ubicación geográfica, prejuicios
sociales y sociedades intolerantes o -lo digo de manera muy especial y
valorada- principios éticos y morales. Pienso, por ejemplo, en la historia de amor de dos soldados en una época menos tolerante, que corrían un riesgo real
si eran descubiertos, o en la muerte del ser amado y en la separación forzada.
Actualmente no sé qué situación no se puede sortear si se piensa fuera de la
caja y se buscan soluciones. No sé, por ejemplo, como en la asombrosa historia del cuate que se echó en bicla de la India a Suecia por amor, siguiendo las
señales de su corazón 💓.
El primer paso:
ser honesto/a con uno/a mismo/a y con los demás
Mantente leal a
tus sentimientos pero al mismo tiempo, recto/a en tu comportamiento, para no
lastimarte ni a ti ni a nadie, pienso. Cualquier decisión o acción congruente
con ambas condiciones, no puede estar equivocada. Por el contrario, cualquier
variante, genera un subóptimo, una mala decisión. Si uno es capaz de hacer eso,
se puede concretar un amor “imposible”. Sin embargo, lo primero es indispensable;
si uno/a no sabe lo que siente o qué quiere en la vida, o no tiene el valor de
honrarlo -lo cual es peor y más triste- entonces un amor imposible no tiene
oportunidad. Un amor parecería imposible porque no se “puede” lograr, pero en
realidad no lo es si su principal limitante es su debilidad para guiar nuestra
acción, y/o decidimos no actuar para materializarlo. De ahí que hoy en día los
amores imposibles, de acuerdo con esta teoría, casi no existan o sean tan
escasos. Como diría Doña Lupita, la mamá de mi morena, el/la que quiere,
facilita. Sin embargo, para concluir y añadir fritez a este análisis, quisiera
dejar sobre la mesa el factor místico-mágico de las relaciones que bien nos
recuerda este bonito dicho: si es para ti, ni aunque te quites; si no es para
ti, ni aunque te pongas. Entonces, o es amor imposible, o no es un amor fuerte,
o simplemente no tocaba. Es misterio.
Finalmente, cabe
cerrar con lo que es ya casi una tradición familiar. Se te indicó, me recordó
-como siempre- mi hermana Gina, con quien comparto toda situación sentimental y
conceptualizo cada entrega de este blog. Siempre se me indica qué debería
hacer, siempre desoigo, pago las consecuencias, y siempre se me recuerda que se
me indicó. Lo bonito es que también cosecho los aprendizajes. Esta vez se me
indicó que me alejara por patas de ese amor imposible y no hice caso, lo di
todo y no me arrepiento 🙃. Al final hasta me gané una felicitación
de mi morena por dejarme ir como gordo en tobogán.
Como dice Wil,
otra de mis hermanas: quizá no fue imposible, fue posible mientras duró. Quizá
ese amor viene de muchas vidas atrás, quizá en otras fuimos muy felices juntos,
quizá en otra lo seremos, quizá en ésta solo nos tocaba vernos, resonar,
reconocernos. Los amores así nunca son imposibles, solo esperan su momento.
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