Para la temporada primavera/verano 2020, Kim Jones, director artístico de las colecciones de hombres de Dior, se inspiró en la noción de reliquia –la idea de la evolución constante, investigación y creación de la historia–. El diseñador se juntó con el artista multidisciplinario estadounidense Daniel Arsham, cuyo trabajo examina la arqueología del presente, para crear el testimonio del legado de la Maison. 

En la obra de Christian Dior, la escultura y arquitectura representaron una parte fundamental: su alta costura fue modelada y estructurada, con siluetas dramáticas y ropa hecha a mano. Ahora, en la colección de Spring/Summer 2020, las formas son flexibles y fluidas, con características que evocan orígenes escultóricos. 

Las prendas de cuero resaltan detalles, que se adhieren. Las piezas se imprimieron desde el interior, para capturar las características del proceso. Además, el monograma de Dior y la paleta de colores neutrales, expresan la idea de elementos escultóricos. 

Daniel estuvo a cargo de la instalación, del Show. Él extrajo, del estudio de Christian Dior, algunos de sus objetos personales, para replicarlos en esculturas espectaculares. Los elementos del difunto diseñador se convirtieron en reliquias emblemáticas. 

Como siempre, la colección se basa en la historia de Dior, su excelencia de corte, sastrería y artesanía. También, reinterpreta la modernidad, la nueva herencia. 

Las piezas de la temporada primavera/verano 2020 de Dior fueron trabajadas por el Atelier de la marca y por Arsham, quienes examinaron los archivos de la Maison para proyectarlos en un futuro imaginado y crearlos como reliquias preciosas.