En la ceremonia de premiación de los Óscar 2020, Parásitos demostró que es una gran película al llevarse la estatuilla más esperada de la noche. Pocos le apostaban a la creación del director surcoreano Bong Joon-ho, pues el galardón usualmente se lo quedaba una cinta de lengua inglesa. 

Además, Parásitos se llevó los Óscar a Mejor Director, Mejor Película Extranjera y Mejor Guion Original. Pero, más que por los premios, la película resulta especial, gracias a su historia, calidad e impacto. 

A pesar de que es una historia de Corea del Sur y los cines no la presentaron con doblaje al español, su éxito es impresionante. Algunas de las personas que la vieron se quedaron con ganas de ir al cine nuevamente, para descubrir los detalles que, probablemente, en la primera ocasión no tuvieron la oportunidad de apreciar. 

Como si no fuera poco, la cinta no es predecible. A diferencia de muchas de las películas en las que es posible saber lo que pasa en las próximas escenas, Parásitos sorprende al espectador y da giros a la historia en diferentes momentos. 

También, los actores se ganaron los aplausos de quienes presenciaron los premios Óscar. Algunos de ellos ya han sido vistos en Doramas (novelas surcoreanas), pero su trabajo en Parásitos los expone a un público más grande y nuevos retos. 

Ahora, inicia una nueva etapa para el cine surcoreano, aunque el hecho de hacer películas con crítica social, múltiples géneros y riesgos no es nuevo. Gloria Fernández, experta en cine coreano y fundadora de Cine Asia explicó a El Informador que la 'nueva ola de cine coreano' nació en los noventa y empezó a ganar notoriedad en el año 2000. 

El director dijo en conferencia de prensa que las personas ya están acostumbradas a disfrutar películas en otros idiomas, gracias a los servicios de Streaming.