Isabel Marant tiene que disculparse, por plagio de diseños indígenas
“Solicito a usted, Sra. Isabel Marant, que explique públicamente con qué fundamentos privatiza una propiedad colectiva, haciendo uso de elementos culturales cuyo origen está plenamente documentado, y cómo su utilización retribuye beneficios a las comunidades creadoras”, explica el documento oficial, como lo revela Fashion Network. “Se trata de un principio de consideración ética que, local y globalmente, nos obliga a hacer un llamado de atención y poner en la mesa de la discusión pública un tema impostergable: proteger los derechos de los que históricamente se han invisibilizado”.
Según la Secretaría de Cultura, los diseños de Marant tienen símbolos de la comunidad purépecha de Michoacán, al igual que de otras como la de San Miguel Chiconcuac, San Bernardino Contla, la ciudad de San Luis Potosí, y Teotitlán del Valle, Oaxaca.
Entonces, la diseñadora emitió una disculpa a México y los artesanos, de acuerdo a lo que informó el poder ejecutivo mexicano. La francesa mandó una carta, como respuesta a la que le envió Alejandra Frausto.
“Si la casa Isabel Marant, y con ella la creadora, han faltado al respeto a la comunidad purépecha y a México... le imploran a usted, señora ministra, y al país que representa, que acepte nuestras más sinceras disculpas”, dice dicha carta.
Como otros diseñadores, la creativa y fundadora de su marca homónima dijo que sus piezas están basadas en las culturas, para mostrarlas al mundo. Así que Isabel Marant expresa que, en el futuro, desea rendir homenaje a las comunidades que le brindan inspiración.
Una pieza estilo poncho, muy parecida a una que crean los artesanos de Michoacán, tiene un costo de 490 euros, aproximadamente 11,766 pesos.
Desafortunadamente, esta no es la primera vez que pasa algo así. Carolina Herrera y otras marcas como Zara ya han tenido problemas, por robar diseños de las comunidades indígenas de México. Los expertos en la industria de la moda esperan que esta experiencia sirva como ejemplo, para que otras casas trabajen junto con los artesanos y no, solamente, imiten sus prendas.
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