Para evitar el contagio del nuevo virus, el cubrebocas resulta esencial. Sin embargo, de acuerdo con lo que informa la maestra Raquel Briseño a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los artículos que ahora son de primera necesidad y uso obligatorio se suman a los millones de desechos que –al no tener un manejo adecuado– pueden llegar a los mares.

La buena noticia es que las instituciones están trabajando, para encontrar soluciones al problema de la contaminación por la basura de los cubrebocas. Wokii revela que los expertos del Royal Melbourne Institute of Technology y el Melbourne Technical College se han dado cuenta que añadir los desechables a la mezcla, para pavimentar carreteras, ayuda a reducir los costos en un 50%.

Los científicos publican su hallazgo en la revista Science of the Total Environment, en la que comentan que, para un kilómetro, se pueden usar tres millones de cubrebocas y que el plástico y polipropileno de éstos añaden durabilidad y flexibilidad al pavimento.

La fórmula consta de 2% de cubrebocas triturados, concreto reciclado y otros minerales de edificios molidos. El componente es 100% reciclado y sirve para dos de las cuatro capas que se requieren.

De acuerdo con lo que informa el medio de comunicación, solo faltan interesados en invertir, para que este proyecto arranque.