Todas las personas hemos escuchado historias de terror, en las que quienes fueron víctimas de las bebidas adulteradas son los protagonistas.

Desafortunadamente, cada vez, resulta más difícil descubrir las bebidas adulteradas. Así que, para prevenir el uso nocivo del alcohol, la ONG con 40 años de trabajo Fundación de Investigaciones Sociales (FISAC)  busca que se  reconozcan los síntomas y lo que se debe hacer en caso de consumir los tragos que representan un riesgo a la salud por pertenecer a un mercado informal.

“Las bebidas adulteradas se ubican dentro de un mercado informal que es de aproximadamente 36 %, en México”, explica FISAC.

Los síntomas, del consumo de bebidas adulteradas, se pueden presentar inmediatamente o mucho tiempo después (hasta 72 horas). Así que, para evitar un daño grave o la muerte, es importante estar al pendiente de las señales: dolor de cabeza (del tipo punzante, principalmente), vómitos, dolor abdominal, sueño excesivo, mareo, vértigo, visión borrosa, molestia provocada por la luz,  falta de coordinación en los reflejos, dificultad para respirar y convulsiones.

En caso de que alguien consuma una bebida adulterada, resulta importante buscar asistencia médica, recordar que no funcionan los remedios caseros (dormir, hacer ejercicio, o tomar algo que modifique los síntomas reales) e  intentar mantener consciente a la persona hasta que llegue el médico.

Lo importante es, cuando se pueda, denunciar al establecimiento o bar, al lugar donde se venden bebidas adulteradas. Ahora, existen diferentes instituciones que pueden dar seguimiento a delitos: CONADIC (800-911-2000) | COFEPRIS (800 033 5050) | INFOSAT (800-4636 -728). La responsabilidad ante el consumo es de todos.