La isla más grande del Caribe Mexicano y el destino con más legados históricos de la región maya es una excelente opción, para quienes aman adentrarse en las profundidades del océano. Cozumel, el hogar de la diosa de la fertilidad Ixchel, es parte de la segunda barrera de coral más grande del mundo.

El arrecife de Cozumel está compuesto por 1,192 especies: algas, peces corales, equinodermos, esponjas y otras que son únicas en esta zona del caribe mexicano. Los turistas tienen la oportunidad de adentrarse en sus aguas transparentes, en una experiencia de buceo y esnórquel que tiene una visibilidad de más de 200 pies durante casi todo el año.

De acuerdo con el comunicado del destino, los turistas pueden bucear en Cozumel, prácticamente, cada que quieran. Las temperaturas del agua permanecen constantes durante todo el año y se enfrían sólo levemente durante los meses de invierno de diciembre a marzo. Se puede bucear aproximadamente 300 días al año.

Las corrientes, en Cozumel son dóciles, aunque pueden ser fuertes durante la transición estacional. En noviembre-marzo, se pueden apreciar más tiburones toro y rayas águila; en mayo-septiembre, hay aguas cálidas y sitios con poca gente.

En el fondo del mar de Cozumel, hay arena blanca y pura que refleja la luz del sol. También, están un montón de aguas para explorar: para principiantes, jardín Palancar; para medianos, (Santa Rosa, Paso del Cedral, La Francesa, Punta Dalila, Cañones, Yucab, Punta Tunich, San Francisco; y para expertos, Playa Bosh, El Mirador, Punta Chiqueros, Chen Río, Punta Morena, Los Atolones, Punta Molas.

El destino recomienda, para nadar y hacer esnórquel, Chankanaab, Dzul Ha y La Pasión.

Además, Cozumel cuenta con vuelos directos desde la Ciudad de México y Monterrey así como desde Houston, Dallas, Denver, Chicago, Charlotte, Miami y Los Ángeles. El destino es fácil de visitar.